Epígrafes IAE: la pesadilla de los nuevos autónomos

Darse de alta como autónomo puede parecer complicado… porque lo es. Sin el asesoramiento correcto hay mil pequeños errores que se pueden cometer y que hacen que este proceso sea más difícil de lo que debería.
Uno de los puntos en los que más confusión existe son los epígrafes IAE. La información que puedes encontrar sobre el tema en Internet es poco clara o inexacta, así que intentaremos explicar qué son estos epígrafes y la importancia que tienen para aclarar tus posibles dudas.
¡Vamos allá!

¿Qué es el IAE y por qué es tan importante? 

Cuando hablamos de IAE estamos haciendo referencia al impuesto sobre actividades económicas. Es un tributo que estás obligado a pagar si desarrollas una actividad económica en España, ya seas persona jurídica o física.  
Este impuesto es de carácter local y está gestionado por los consistorios, aunque los datos recogidos en él son utilizados por el Gobierno para calcular el importe de otros impuestos derivados como son:

  • IVA 

Se trata del impuesto sobre el valor añadido y será lo que vas a tributar según la actividad profesional que vas a desarrollar. Dependiendo de la misma, puedes estar exento de pago o estar incluido dentro del régimen general o del reducido. 

  • IRPF 

Es el impuesto sobre la renta de las personas físicas y, en el caso de que te obliguen a pagar el IAE, tienes que aplicar una retención. Habitualmente es del 15 %. 

Para darte de alta en Hacienda, normalmente se suelen utilizar dos modelos, el número 036 o el 037. En dichos documentos, debes detallar qué tipo de actividad profesional o empresarial vas a desarrollar. La actividad o actividades que incluyas en ellos deben corresponderse con alguno de los epígrafes que se recogen en el IAE, teniendo en cuenta que estos se agrupan en tres secciones generales.  

 – Actividades profesionales 

Son todas aquellas que se relacionan con los sectores de la ganadería, la agricultura, el agua, minería, caza, pesca, aeronáutica, telecomunicaciones o industrias químicas, entre otras.  

 – Actividades empresariales 

Hablamos aquí de personas que desarrollan su actividad en sectores como el comercio, los servicios, industrias en general o ganaderas o mineras independientes.  

 – Actividades artísticas 

Todas aquellas relacionadas con el mundo del teatro, cine, baile, circo, deporte, música.  
Es muy importante que sepas a ciencia cierta dónde se va a enmarcar la actividad que vas a desarrollar, porque esto va a definir el régimen de IVA que se te va a aplicar. Dentro de este contexto, hay que tener claro que los profesionales autónomos suelen aplicar el 15 % de retención de IRPF en sus facturas, aunque durante los tres primeros años, y de manera opcional, el porcentaje se puede reducir a un 7 %, siempre que no se haya llevado a cabo otra actividad profesional en el año anterior.  

¿Actividad empresarial o actividad profesional? 

Otra de las confusiones más comunes es saber determinar qué es la actividad empresarial y cuál es la profesional. Los problemas surgen cuando te das cuenta de que una misma actividad se puede calificar dentro de los dos formatos. Te explicamos en qué se diferencian:

  • Actividades profesionales 

Se entienden como tales aquellas actividades que se llevan a cabo a través de una persona física de manera individual, personal y directa. Para que lo entiendas mejor, este tipo de actividades son las que desarrollan, por ejemplo, los abogados o los arquitectos.  

  • Actividades empresariales 

Por su parte, las actividades empresariales son aquellas que se realizan dentro de una infraestructura u organización. Un buen ejemplo son las pymes.  

Problemas más comunes con los epígrafes 

Teniendo en cuenta todos los epígrafes en los que puedes apuntarte es muy común que surjan errores o equivocaciones. ¿Qué haces entonces? 
Antes de que te de un ataque de pánico, es importante saber que, una vez que eres autónomo, puedes darte de alta en tantos epígrafes como necesites para desarrollar tu actividad, independientemente de si están relacionados entre sí o no.   
El listado de epígrafes, lamentablemente, se ha quedado un poco obsoleto y no recoge actividades actuales como puede ser call center o diseñador de logotipos. Si no encuentras un epígrafe que se ajuste a la perfección a tu trabajo debes saber que existen algunos epígrafes que se conocen como contenedores y que son más generales para abarcar una serie de actividades que no estén contempladas específicamente. Eso sí, al ser epígrafes que tienen un gran abanico de posibilidades, hay que tener cuidado a la hora de elegirlos.
En cualquier caso, para evitar problemas futuros, es recomendable que elijas una sola actividad, siempre que los epígrafes te lo permitan. 

¿Qué ocurre si elegimos más de un epígrafe? 

Como ya te hemos comentado, antes de escoger un epígrafe es esencial que tengas claro cuál es la actividad que vas a desarrollar. En el peor de los casos, si te equivocas puedes recibir una sanción de hasta 250 euros. En el mejor de los escenarios recibirás un aviso por parte de la administración y podrás tramitar el cambio de epígrafe. De todas formas, elegir un único epígrafe te facilitará luego el que las diferentes administraciones realicen las gestiones correspondientes.  
Hay que tener en cuenta que, como hemos comentado anteriormente, estos epígrafes sirven para que las administraciones locales puedan calcular adecuadamente el impuesto que debes pagar, aunque también van más allá, ya que son mecanismos de control para la Agencia Tributaria. A través de ellos, se sabe el censo empresarial del país, se calcula el IVA y el IRPF de los autónomos. Por eso la elección incorrecta del epígrafe IAE puede hacer que, por ejemplo, tributes más de lo que debes, así que ¡ojo!

Esperamos haber dejado claro cómo funcionan los epígrafes IAE. ¿Sabes ya en cuál registrarte? En el caso de que aún te queden dudas te recomendamos que contactes con una asesoría de confianza, como las que puedes encontrar en nuestro portal. Con ellas te ahorrarás tiempo… y más de un disgusto. 

FUENTE:DOSSIER